El maíz (Zea mays), conocido como choclo en muchos países latinoamericanos, es una de las gramíneas más cultivadas y consumidas de todo el mundo. Este jugoso cereal es una excelente fuente de energía cuando está tierno, y también cuando se consume en seco, en forma de harina.
La versatilidad del maíz es una de sus cualidades más conocidas. En fresco, la mazorca se puede comer como una verdura, mientras que los granos secos se consumen en forma de harina, principalmente. La harina de maíz, al no contener gluten, es una buena alternativa a la harina de trigo a la hora de hacer panes y dulces.
Sin embargo, hay que destacar también otras formas de disfrutarlo como copos de cereales, sémola, polenta o las famosas palomitas de maíz.
ORIGEN DEL MAÍZ
América es la patria del maíz, donde se consume desde hace por lo menos 7.000 años. Los pueblos nómadas que comenzaron a cultivar maíz silvestre se transformaron en sedentarios y desarrollaron complejas culturas entorno al mismo.
Tal fue la importancia del maíz para los pueblos americanos que existe incluso el término «Mama Sara» en quechua («Madre Maíz» en español). Precisamente del quechua viene su denominación «choclo». El maíz fue adorado por los incas, quienes tuvieron en ese cereal su principal fuente de riqueza.
El maíz, si se consume tierno, tiene un alto porcentaje de agua y principalmente azúcares, que le dan un sabor dulce. Esta composición lo hace bastante ligero: aporta solo 86 calorías por cada 100 gramos. Es, además, un cereal muy nutritivo. Veamos su composición nutricional.
Calorías | 86 |
Carbohidratos | 19 g |
Grasas | 1,2 g |
Proteínas | 3,2 g |
Ácido fólico (B9) | 46 mcg |
Potasio | 270 mg |
Hierro | 0,52 mg |
Magnesio | 37 mg |
Zinc | 0,46 mg |
Vitamina C | 6,8 mg |
Vitamina B1 (tiamina) | 0.155 mg |
Vitamina B3 (niacina) | 1.8 |
Vitamina B5 (ácido pantoténico) | 0,7 |